Asociación de Delincuentes manifiesta en Contra de la Inseguridad.

La Agrupación de Copadores, Rapiñeros, Rateros y otrs Ladrones Asociados (ACORRALA), han hecho público un comunicado en el que buscan trasmitir su malestar por la situación de riesgo a la que este colectivo de trabajadores se ha expuesto en los últimos dos meses.

El documento reza que: "En los últimos 2 meses han caído abatidos seis compañeros en el ejercicio de su labor. Repudiamos totalmente el uso de cámaras escondidas en los negocios y la actitud buchona de los canales de información que expone con impunidad nuestros rostros poniendo en riesgo de nuestro fuente de trabajo, derecho humano fundamental".

Consultado por Nomasradio un integrante de ACORRALA nos manifestó su "beneplácito ante las afirmaciones de la ministra Tourné que se niegan rotundamente al armamento de la población civil." "Deben dejar esto para los profesionales-recalcó el vocero- con los policías nosotros, a pesar de todo, la veníamos llevando más o menos bien."

Uno de los temas que más parece preocupar a la Asociación es el fenómeno que describen como "una pérdida total de códigos. Los almaceneros de antes nos dejaban laburar, abrían la caja, se dejaban llevar para el fondo; hasta se bancaban algún culatazo en la capocha; todo dentro de los límites de lo socialemente permitido. Esos valores se perdieron...antes no se le disparaba al ladrón vecino de uno." Señaló el vocero, visiblemnte quebrado; y que prefiere por motivos personales mantener su nombre en el anonimato."Acá estamos en un momento de inseguridad total. Y no es una sensación térmica como dicen algunos, eh?."

Consultado por los dichos del senador Huidobro acerca de su recomendación a que la población se arme y practique justicia por mano propia nuestro entrevistado acotó con sequedad: "El ñato es un traidor que se olvidó de sus raices. Muchos de los de la asociación también queremos la revolución, y no creemos en la propiedad privada."
Dicho esto se alejó, perdiéndose entre la multitud, buscando algún que otro negocio en el que poder ejercer su antigua y siempre mal querida labor.