jueves, diciembre 4

Yo capo

El 10 de noviembre, cuando Francisco Casal salía del juzgado del 17º turno, lugar donde prestó declaración acusado de evasión fiscal y seguramente de venderle medicamentos vencidos a Carlos Bueno, un reconocido empresario lo alentó al grito de: “¡vamo’ arriba paquito, eh!” Este simpático personaje responde al nombre de Jesús Bianchi, dice ser casi “hermano” de Paco y fue, entre otras cosas, presidente de básquetbol de Peñarol.

Entre varias muestras de amistad con Casal, o como nos gusta llamarlo: “Madre Teresa” (porque le da de comer a varios “enfermos”), Bianchi fundó el “Comité amigos de Paco Casal”. Según él, esto fue una movida estratégica y de gran habilidad que ayudó a Juan Pedro Damiani a asumir como presidente de Peñarol. O sea que no es solo amigo de la mafia, sino que le vendió el alma al diablo también.

Pero su relación con la “Madre Teresa” se remonta 20 años atrás, cuando le prestó 5.000 dólares Casal para viajar a Méjico a desarrollar su carrera, algo comparable a cuando el gobierno alemán le dio dinero al Cabo Adolf Hitler para fomentar el Partido Obrero Alemán.

Bianchi se queja dado que fue “el único” que se encontraba a la salida del juzgado el mes pasado alentando al dueño de Tenfield, y que por eso “terminó muerto”, seguramente sin tener en cuenta que los que terminaron así son algunos que no fueron. Al decir que era “el único” seguramente se dirigía a los que dicen ser su “clan” de manos derechas, hablamos de Nelson Gutiérrez, Rodolfo Pereira y Carlos Aguilera, entre otros. Realmente estos no se acercan mucho al juzgado de la calle Misiones dado que le tienen más miedo a ese portón verde que los militares retirados.

En esa noche Casal y Bianchi se juntaron, y el primero le firmó para hacer efectivo el comité de adoradores de Paco Casal, algo así como un grupo de culto religioso con una procesión que saldrá todos los domingos de la Iglesia Matriz, pasando por la calle Divina Comedia y terminando en el COMPEN, lugar donde descansan los restos de los fieles que han sufrido el sacrilegio legal.

“Le dije: ¡Paco, yo estoy contigo a muerte! y le pedí que me firmara por el comité. Ahí me lo firmó”, dado que, según él, Paco Casal “me firma igual en la luna”, remató. A lo dicho cabe la pena aclarar que en el lenguaje de la iglesia “Casaliana” “firmar” significa “clavarse al prójimo”.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

yo sabia que este bianchi era un hijo de puta, toda la vida currando con ese programa de canal 5 que viaja por todos lados, estoy seguro que se lo bancaba paco ese espacio

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